Este blog es para el desahogo de un ciudadano que está cansado de que nos cuelen tantos engaños a casi todo el mundo. El único consuelo que me queda por ejercer es el de decir en voz alta "A MI NO ME ENGAÑAN".




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"Las Falacias que nos rodean", de distribución libre y gratuita.

miércoles, 26 de marzo de 2008

Ultraliberalismo

Asistimos al debate sobre cual es el mejor sistema económico posible. Este problema tiene infinitas posibles soluciones, y además se puede analizar en muchas direcciones. Si tomamos la senda de la intervención, los dos extremos son el marxismo-leninismo y el ultraliberalismo. El "todo esta regulado" y el "todo vale".

El marxismo-leninismo no funciona, ya se ha visto. El ultraliberalismo no se sabe pq no se ha llegado a aplicar. ¿podría llegar a funcionar? si el ultraliberalismo pudiera funcionar en el plano económico, entonces el anarquismo podría funcionar en el plano político, y esto también se ha visto que no funciona.

Parece que la opción más razonable seria un punto intermedio en el que siempre esta la virtud. Se suele poner como ejemplo las socialdemocracias escandinavas. He vivido en Suecia y puedo certificar que aquello es un paraíso. Pero el partido socialdemocrata ya no gobierna. Ahora gobierna "la derecha" como dirían aquí y el bienestar no ha desaparecido. La socialdemocracia no organizó manifestaciones espontáneas contra “la derecha sueca”, ni nadie en Suecia ha tenido miedo de que desaparezcan las pensiones. La gestión de los bosques es privada. se saca a concurso, y el que más paga se lo queda. Pero eso no quiere decir que los bosques estén desapareciendo. Las empresas que gana los concursos se cuidan muy mucho de expoliar los bosques, pq aunq no se las controlase, los suecos jamás comprarían la madera de una empresa q ha expoliado un bosque. Los autobuses, trenes,... son privados, la sanidad lo es en parte. La liberalización de suelo es total, con lo que los precios de los pisos son de risa, vale más un piso en Sevilla que en Estocolmo enfrente del palacio real... pero los suecos ganan muuucho más. Incluso hay comedores sociales privados, que a los dos años ya entran en beneficios por las empresas que se publicitan en ellos.

Claro, los socialdemocratas de Suecia no amenazaron con una guerra civil si no ganaban las elecciones, y la gente no tenia miedo al cambio.

En mi opinión creo que se debe liberalizar todo aquello que no sea irreversible, y siempre que sea posible una verdadera libertad de elección. Y me explico. ¿Se deben liberalizar las telecomunicaciones? Si, porque si los consumidores se equivocan, podrán corregir su decisión. ¿se debe liberalizar la sanidad? Quizá no porque algunas cosas en el tema de la sanidad son muy caras, (un TAC, una quimioterapia) y por muy eficiente que fuera un seguro privado, jamás podría atender estas necesidades y hacerlo en beneficio. El Estado tampoco puede hacerlo, y hay que asumir que la sanidad implica un déficit. Para eso están los impuestos. Idem con la educación y las pensiones. Ahora bien, si un ciudadano libremente decide acudir al sector privado para educar a sus hijos, curarse una enfermedad, o que se le gestionen sus ahorros, no se le debería poner cortapisas para ello. Se respeta la libertad del individuo y se liberan recursos que quedan disponibles para el estado. Además un sistema libre con limitaciones termina creando sus propias regulaciones. ¿un ejemplo? Los seguros de coche. Todos pagamos un poco (o un mucho, según) a cambio de que al que le toque “la china” no se arruine, sino que la compañía se haga cargo. Al fin y al cabo es lo mismo que la sanidad publica.

Pero existe una gran diferencia entre los seguros de coche y los seguros médicos. Y es que el seguro de coche puedo necesitarlo o no, pero al medico tarde o temprano terminamos necesitándolo. Si yo decido libremente comprarme un coche, pregunto lo que vale, luego pregunto cuanto vale el seguro y la gasolina. Si el sueldo me da para el total, me lo compro. Si no me da, no me lo compro y voy en autobús. Si tengo 80 años y la compañía de seguros DE COCHE me pide 3.000 euros al año, puedo optar por olvidarme del coche. Pero si tengo 80 años y el seguro MEDICO me pide 3.000 euros al año, no puedo optar por no acudir a los médicos. En la sanidad no puede existir el total liberalismo porque el ser humano no puede decidir libremente si enferma o no. El liberalismo, para que exista, es necesario no sólo que se pueda decidir la empresa que nos suministra el bien, sino también si queremos o no ese bien. No se trata solo de decidir entre Telefónica o Tele2, sino de si se quiere tener teléfono o no. Por eso en las telecomunicaciones, los coches, las gasolinas, los viajes turísticos, los libros impresos, los ordenadores, … el liberalismo es una buena opción. Podemos elegir la compañía e incluso podemos no consumir. Pero el ultraliberalismo no es buena opción en la sanidad. Eso sí, no se debe intervenir un banco, una compañía eléctrica o una compañía petrolera. El Mercado debe decidirlo. Libremente.

Se habla mucho ahora de ultraliberalismo, pero me da la sensación de que aquellos que lo defienden están sobrerreaccionando frente a la tendencia adoptada por el actual gobierno (y los de González también) de incrementar la regulación en ciertos sectores a la par que el Estado no incrementa las prestaciones en aquellas funciones que no están privatizadas.

Y es que la gestión pública de la educación, la sanidad y las pensiones, tiene un requisito fundamental para que funcione correctamente, y es, como mínimo, la honradez de los gestores. También la eficacia, aunque un fallo momentáneo no mal intencionado se puede perdonar, porque los fallos se corrigen. Pero la falta de honradez jamás. No sólo por el dinero que pueda estar robando, sino porque deteriora la confianza en el sistema y la gente, con todo el derecho del mundo, empezaría a preferir el ultraliberalismo.

Se dice que uno de los factores que incidió en el crecimiento de los planes de pensiones fueron las exenciones fiscales. En mi opinión también pesó mucho las declaraciones de Pedro Solbes, por aquel entonces ministro de economía (como ahora) recomendando a la gente que los suscribieran. No se puede recomendar algo, y luego quitar la exención fiscal. Eso es empujar a la gente a odiar al Estado y a desear que desaparezca de sus vidas, desde la educación hasta las pensiones, y que no intervenga en nada. Las reglas del juego deben ser constantes.

La amenaza del ultraliberalismo tiene un lado positivo, y es que obliga a los gestores del sistema público a ser más eficaces, y a los que en mayor o menor medida confiamos (o queremos confiar) a exigir que realicen bien su trabajo. ¿por qué? Porque si la amenaza del ultraliberalismo no existiera, habría relajación. Debe existir la posibilidad de implantar el ultraliberalismo, precisamente para que tanto los políticos como los ciudadanos sientan su aliento en la nuca, y sean conscientes de que si el sistema empieza a fallar, la gente optará por el ultraliberalismo. Los políticos deberían defender y gestionar muy bien el sistema estatal, porque con el ultraliberalismo, muchos políticos se irían al paro.

Las socialdemocracias nórdicas están más cerca del capitalismo que del marxismo. Más que la torre socialista que aún no ha sido derribada, la socialdemocracia es una plaza fuerte capitalista que ha sido conquistada por el socialismo. Se suelen enarbolar como modelos de politicos de izquierda a Castro, Mao, Lenin,… en lugar de a Olof Palme, que para mi gusto es uno de los mejores (y poquitos) políticos de izquierda que ha tenido la humanidad. ¿Será que el subconsciente traiciona a los antiderechistas, y desearían que en España hubiera un Fidel en lugar de un Olof?

Un liberalismo, en el que todos fueran conscientes de que si alguien rompe el equilibrio, todo se viene abajo, es la mejor opción. Para ello hace falta que la gente sea civilizada y madura. Y no parece que España sea lo suficientemente madura. Pero ir atrás e incrementar la intervención tampoco es la solución precisamente porque impide que la gente evolucione.

Pondré otro ejemplo de lo que quiero decir: Las academias Opening. ¿Cuál es la situación actual en lo que a la enseñanza del inglés se refiere? Quien quiere conformarse con el inglés que enseña Papá Estado, se conforma. Quien quiere optar por la enseñanza privada, sabe lo que no debe hacer para ser timado. La solución no es decir “se prohíben las academias, sólo el Estado puede enseñar inglés”. La solución está en “que cada cual elija lo que quiere, pero debéis saber todos que.........” Claro que si el caso no sale a la luz, habría otra vez más timos. En la situación actual, tras la encomiable labor informativa realizada por las asociaciones de consumidores, la gente tiene una cierta cultura legal y práctica, puede elegir libremente, y lo más importante: Sabe COMO hacerlo. Ahí está la clave, en la educación y la información. Lo lamentable es que esa labor informativa la realizaron las asociaciones de consumidores, y no el Estado. El ultraliberalismo aplicado a las academias de inglés ha generado consumidores que, prudentemente, eligen libremente lo que quieren, pero en el camino se ha sufrido.

Quizás mi post sea un poco largo, así que resumo lo que quiero decir:

1) Se debe liberalizar todo, excepto los servicios básicos que se consideran derechos del ciudadano: sanidad, pensiones, educación y cuerpos de seguridad. El ciudadano que así lo prefiera puede optar en todos estos campos por un servicio privado.
2) El Estado debe mantener informados a los ciudadanos de sus derechos y obligaciones. Debe tomar la iniciativa cuando detecte fraudes.
3) El personal de la Administración Pública, debe ser muy cuidadoso en la gestión del Tesoro encomendado. Si todo se viene abajo, ellos también se hunden.
4) Las reglas del juego deben ser constantes en el tiempo. Cambiar el valor de los palos de póquer cuando hay quien ya ha hecho sus apuestas, es de tahúres.

En resumen, en España hace falta cultura democrática.

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