Si se intentan razonar los casos por separado, nos perdemos en un mar de argumentos, en el que unos están a favor, y otros en contra... que si izquierdas y derechas, que si Madrid o Barça, que si Chikilicuatre o Los del Río...
El otro día se me vino a la cabeza uno de esos agravios que no puedo dejar de poner en mi blog. Se trata de todo lo que pasó cuando Farruquito, ese gran bailaor pero pésima persona, atropelló a Benjamin Olalla. Capturado por la policía y puesto a disposición judicial, fueron muchas las voces que se alzaron queriendo ver en aquel juicio un caso de racismo por parte de la mayoría de la sociedad española contra los gitanos.
Pero he aquí que mira por donde, Juan José Cortés, el padre de la tristemente asesinada Mariluz, es gitano. Y mira tú por donde, este hombre, ejemplo de enteraza y capacidad de lucha, a conseguido aglutinar en torno a él ni más ni menos que a millones de españoles, en pos del objetivo de endurecer las penas contra uno de los delitos más aberrantes que puede urdir algunas mentes humanas.
Si España fuera racista, repito, si España fuera racista, no hubiera sido posible tamaño logro. Si España fuera racista, la gente se hubiera alegrado de la muerte de Mariluz. Si España fuera racista, nadie hubiera firmado apoyando a Juan José Cortés. Si España fuera racista, los mismos medios que criticaron la deleznable y cobarde actitud de farruquito, no hubieran alabado la encomiable y valiente actitud de Juan José Cortés.
Entérense bien aquellos que tengan alguna duda:
ESPAÑA NO ES RACISTA.
Es un defecto que, como ciudadano altamente crítico con mi pais, no percibo que exista. Si farruquito fue abucheado, no fue porque fuese gitano, sino porque mató a una persona. Los españoles no somos racistas, pues aunque adormecidos, afortunadamente aún tenemos la capacidad para aborrecer, independientemente de su raza, a quienes atropellan a la gente, y para solidarizarnos, independientemente de su raza, con quienes sufren la triste pérdida de un hijo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario