He leido en un blog un artículo que me ha gustado, sobre el desprestigio de los profesores, en el que expone el procedimiento para desacreditar cualquier colectivo:
El procedimiento en realidad no es nuevo, ni es exclusivo del Partido Popular. Ocurrió hace un tiempo con los médicos y, no hace mucho, con los controladores aéreos, y se reduce básicamente a que en lugar de entrar en el debate de ideas y llegar a acuerdos, aparece el político de turno y suelta lo siguiente:
1) El colectivo X (póngase aquí el que esté de moda) posee unos privilegios indecentes (sueldo desorbitado, vacaciones monárquicas, trabajo de por vida, etc…), acompañado de la siempre hiriente coletilla de “más aún en tiempos en que cinco millones de españoles están en el paro”. Sus quejas, por tanto, no proceden.
2) Por lo tanto, este nuestro gobierno (nacional, autonómico, qué más da), en profunda solidaridad con el pueblo español, que al igual que los políticos se deja el sudor de su frente día a día en su trabajo (en el Congreso o los parlamentos autonómicos, qué más da), y que al igual que la clase política goza de su mismo sistema de pensiones y de retribuciones mensuales, va a tomar profundas medidas de cambio.
3) Estas medidas son para el bien cósmico y universal, y sólo perjudican a esas clases privilegiadas que ya era hora de que recibieran su merecido, porque esto era un clamor popular. No se me preocupen las familias, que en ellas, y solo en ellas y sus bolsillos, estamos pensando.
Quito el enlace de la entrada por la puta ley de propiedad intelectual. Pero vamos, teniendo el texto, se puede buscar sin problemas.
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