miércoles, 27 de diciembre de 2017
Comparativa Plataformas de edicion
Una de las consecuencias de haber empezado a escribir, es el tener que averiguar los pasos a dar para registrar y publicar tu libro. No voy en este post a dar una guia, pues de esas ya hay bastantes en internet. Lo que sí me he dado cuenta que no hay, y pretendo cubrir ese hueco, es una comparativa en forma de tabla con las principales características de cada plataforma.
En esta tabla comparo las plataformas KDP de Amazon, Bubok, Lulu, Create Space, Blurb, Ingram, Smash Words, Literanda, Lektu y Publiteca.
Hay dos plataformas que no he analizado en profundidad, pero que menciono: Kobo e Ibooks.
Cada plataforma tiene sus ventajas e inconvenientes, y corresponde a cada autor escoger la que más le gusta, o incluso otra que no figure en la tabla, claro está, pues hay más, e invito a investigar sobre ello. De hecho, en algunos casos no he conseguido encontrar toda la información sobre la plataforma,lo cual indico con interrogantes. La tabla está viva, e iré haciendo actualizaciones cuando haga cambios sustanciales. Es posible que haya cambios que no se vean reflejados, pues como es facil de comprender, no puedo estar pendiente de todas las plataformas para ver cuando alguna introduce algun cambio importante.
También recomiendo que esta tabla se use para, en función de los objetivos, hacer una preseleccion, y antes de firmar el contrato de edición, leer detenidamente las condiciones de la plataforma escogida. Esta es una tabla para filtrar y acelerar el proceso, no para decidir, pues este ultimo paso le corresponde al autor, y declino toda responsabilidad.
Si alguien detecta algún error grave, puede comentármelo bien por email bien mediante un comentario en este post.
Espero os sea de utilidad.
Saludos,
https://www.safecreative.org/work/1712275193149-tabla-comparativa-de-plataformas-de-edicion-de-ebooks
Regla para saber si un año es bisiesto o no
En una conversacion en el trabajo me he dado cuenta de que mucha gente no tiene claro cuando un año es bisiesto y cuando no. Lo cierto es que no es sencillo.
He hecho un pequeño diagrama de flujo con las decisiones que hay que tomar para determinar si un año es bisiesto o no, y aquí lo pongo.
Espero que os sea de utilidad.
Saludos,
jueves, 30 de noviembre de 2017
Spiriman, la lucha social y la mala suerte
He leido que a Spiriman lo están acusando de haber acosado a más de 80 mujeres. Y no puedo evitar pensar que hay que ver la mala suerte que tenemos en España: Cada vez que alguien encabeza una lucha social, o bien colabora con ETA, o con Corea del Norte, o es un acosador de mujeres.
Claro que igual... igual es que los periódicos mienten, y la noticia es mentira, y cada vez que alguien encabeza una lucha social, el sistema lo ataca para desprestigiarlo.
¿Ustedes qué creen?
domingo, 7 de mayo de 2017
Populismo y Demagogia
Tras las elecciones presidenciales de Francia de este mes de Mayo de 2017, entre Jean Marie Le Pen y Emmanuel Macron, no he podido evitar traer a colacion un articulo que forma parte de "Las Falacias que nos Rodean", y que reproduzco a continuación:
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Esta falacia podría pensarse que es tan sólo un distractor, y
de hecho lo es, pero es mucho más que un mero distractor. Es un insulto proferido con rabia por la casta
contra todo lo que se le pueda oponer, y tiene una serie de connotaciones que la
hacen merecedora de apartado específico.
No hay dos palabras más usadas en la actualidad política que
“populismo” y “demagogia”. Las palabras más usadas no son desempleo, corrupción,
emigrados, censura, puertas giratorias, rescate bancario o desahucios, no. Son
“populismo” y “demagogia”.
A estas alturas no hace falta que diga que si esto es así es
porque así interesa que sea. Primero, porque cuando se habla de esos conceptos,
no se habla de lo que ellos no quieren que se hable, como el desempleo o la
corrupción. Pero es que además, esas dos palabras son una etiqueta que sirven
para criminalizar todo lo que no interesa, o más específicamente, todas las
propuestas que, siquiera mínimamente, tratan de revertir o paralizar el
latrocinio que está sufriendo el pueblo.
-
Si los ciudadanos vamos a compartir las pérdidas
de los bancos, también queremos que se comparan los beneficios.
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Nooo, eso es demagógico y populista
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Las penas por corrupción política deberían
aumentarse, y no salir los culpables de la cárcel hasta devolver lo robado
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Nooo, eso es demagógico y populista
* * *
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Habría que prohibir las puertas giratorias para
reducir la corrupción política
-
Nooo, eso es demagógico y populista
* * *
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Queremos poder autoconsumir nuestra propia
energía.
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Nooo, eso es demagógico y populista ILUSTRACIÓN 8
Todo aquello que se diga o proponga, y suponga una merma en
los privilegios de los castuzos, y todo aquello que sea una pequeña defensa del
patrimonio de las personas que aún no necesitan rebuscar en los contenedores y
pueden comer tres veces al día, todo eso es demagógico y populista. Si
perjudica a la casta, demagógico y populista. Cualquier medida de ahorro que
permite que tú te ahorres un euro que en un principio ibas a gastar en una
empresa del Ibex35, demagógica y populista. Si dificulta que un chorizo de
guante blanco robe mil millones de euros, demagógico y populista. Si molesta a los ladrones, es demagógico y
populista.
Relacionado con este hecho está el que, si nos guiamos por
los medios oficiales, la izquierda y la derecha no existen, sino tan sólo la
extrema derecha y la extrema izquierda, así como el centro. Por supuesto, a
todos los partidos que están en alguno de los dos supuestos extremos se les
califica como partidos populistas.
Personajes tan distintos como Hugo Chávez, Donald Trump, Marine
Le Pen, Varoufakis o Nigel Farage[1] reciben
el calificativo de populistas. Estos personajes son muy distintos, pero hay
algo que tienen en común. Sus propuestas, lleguen a buen puerto como en el caso
de Trump y Farage, fracasen como en el caso de Varoufakis y Le Pen, o se queden
a medias como en el de Hugo Chávez, son propuestas que perjudican al establishment
imperante. Unos atacan a la austeridad europea que sólo consigue que cada vez
haya más paro y la mano de obra sea más barata. Otro se opone al libre comercio
con China, la gran exportadora de mano de obra barata. Otro propone supeditar
el pago de la deuda a otras cuestiones más importantes como el que los seres
humanos coman tres veces al día. Alguno hay que pretende salirse del euro y
recuperar la soberanía monetaria.
Pero vamos a hacer un ejercicio de ser permeable a las
advertencias sobre los supuestos peligros de los que se nos advierte desde el
extremo centro. Admitamos que los
populismos son lo más peligroso que le puede pasar a un país. Más peligroso
que un paro desbocado, que perder la soberanía industrial y financiera, o que
la gente pase hambre. Admitamos el supuesto de que son más peligrosos que la
guerra. Si tan, tan peligrosos son los populismos, ¿entonces por qué el extremo
centro no rectifica sus políticas austericidas, para así evitar que la gente
vote a los populistas? De modo que en
aquellas ocasiones en los cuales la gente vota lo que hay que votar, y gana el
extremo centro por un 52% frente al 48% de los populismos, en ese caso la única
reacción que se puede contemplar en los impopulistas de extremo centro es que
descorchan una botella de champán para celebrar que tienen cuatro años por
delante para hacer exactamente lo mismo
que han estado haciendo, esas políticas que han llevado a un 48% de la
población a votar a los populismos,
sin rectificar ni cambiar absolutamente nada.
Eso ha pasado en Francia, donde ha estado a punto de ganar la “extrema derecha”
varias veces, y también en Austria en 2016 y en Holanda en 2017.
Luego, cuando al cabo de cuatro años se convocan de nuevo
elecciones, vuelven a alertar de los populismos, la gente vuelve a picar, y
ganan otra vez los impopulistas de extremo centro por un 51% frente a un 49% de
los populistas. Entonces vuelven a descorchar otra botella de champán y siguen
con sus mismas políticas de siempre otros cuatro años más. Por supuesto, de
nuevo, no rectifican absolutamente nada de sus políticas.
Tanto va el cántaro a la fuente, que al final se rompe, y
cuando en algún referéndum o elecciones, por un 51% gana la opción populista del Brexit, el populista de Trump, o los populistas de Syriza, los impopulistas
de extremo centro se llevan las manos a la cabeza, y se preguntan sorprendidos, “¿cómo ha sido posible que venzan los populismos?” No se lo
explican. Debe ser que aún le dura la resaca de las botellas de champán que
descorcharon para celebrar sus victorias anteriores. Muy potente debe ser ese
champán para provocar borracheras de cuatro años.
Volviendo otra vez sobre el supuesto de aceptar que la
derecha y la izquierda a secas no existen, y sólo existen los extremos, en el
fondo hay que reconocer que bien pudiera ser verdad.
Comencemos por la derecha. Dejando de lado si es lo correcto
o no, y de críticas tópicas, la derecha se supone que es el conjunto de
partidos y organizaciones que anteponen los intereses nacionales ante cualquier
otra consideración. Empresas nacionales, cultura nacional, historia nacional… España
lo primero. Desde luego, en España, parece que no hay ningún partido político
que quiera defender la industria nacional. No conozco ninguno que tenga, al
menos como concepto teórico en su programa electoral, la recuperación de la
industria. Textiles, jugueteras, acereras… Y no sólo recuperar la que se
perdió, o crear otras nuevas, sino al menos no fastidiar a la existente, a la
que aún sobrevive. No hay un partido de derechas que decida dejar de comprar a
los socios del ISIS, y acometa el objetivo de una España libre… libre de
petróleo. Santiago y cierra España. Cierra España con nuestro sol y nuestro
viento, dando trabajo a españoles gracias a la tecnología española con empresas
españolas que pagan impuestos en España y reparten dividendos a los ahorradores
españoles. No veo esa derecha. No existe.
Tampoco hay partidos que promuevan la divulgación de nuestra
cultura, y por cultura no me refiero
a torturar toros, me refiero a fomentar la lectura de Unamuno, de Pérez Galdós,
a hacer películas sobre Bécquer o sobre Góngora, series sobre Quevedo o Lope de
Vega o sobre Blas de Lezo. Todos hemos oído hablar de la derrota de Trafalgar,
pero ¿Quién ha oído hablar de la batalla del cabo de Santa María[2]? La
Historia española es ignorada, y se hace muy poco por promocionarla. La cultura
general cada vez es menos valorada. Hay que darle más importancia a artes como
la música, para que las orquestas sinfónicas que hay en España puedan nutrirse
de intérpretes españoles. Se debería dedicar presupuesto, contratando gente e
invirtiendo en material para poner a salvo los elementos culturales que día a
día se van deteriorando. Cuando queramos darnos cuenta, habremos perdido
nuestro patrimonio histórico. El pasado y la memoria se pierden más rápido de
lo que parece.
En resumen, que igual los impopulistas tienen razón, y sólo
hay extrema derecha, y no derecha a secas. Al menos en España.
Y ahora vamos con la izquierda. Procediendo igual que con la
derecha, y prescindiendo de ataques tópicos y sin entrar en si es lo bueno o
no, sino centrándonos en su definición para identificarla, se supone que para la
izquierda la clase trabajadora es lo importante y a ella debe supeditarse el
capital. Las fronteras son algo secundario. Según el nivel de profundidad al
que se aplique esta idea tendremos socialismo, comunismo o anarquismo, pero
todo ello es izquierda.
Sin embargo, la izquierda española anda en otras cosas. La
independencia de Cataluña (que no es otra cosa que crear una nueva frontera),
el lenguaje de género… todo eso son cuestiones accesorias. Lo prioritario es
aplicar políticas de creación de empleo, de devolución de derechos a los
ciudadanos, a los trabajadores, que es el pilar de la izquierda. Lo secundario
no debería ocupar mucho tiempo.
Respecto a la cuestión catalana, ¿Qué ganan los trabajadores
de una Cataluña independiente, con un PIB recortado por la corrupción autóctona
y con una sociedad civil catalana desmantelada y una clase trabajadora catalana
empobrecida, en comparación con la sociedad civil española desmantelada y una
clase trabajadora española empobrecida? Con la independencia, la izquierda no
consigue su objetivo, que es mejorar la clase trabajadora. Quienes consiguen su
objetivo son los nacionalistas catalanes.
Y con esto no digo que un territorio no tenga derecho a
plantear que pueda ser independiente. Digo que de la independencia de Cataluña
que se encarguen los nacionalistas, que para eso es su objetivo, y para eso
suelen ser de derechas, porque recordemos lo ya dicho, la defensa de las
identidades nacionales es el pilar de la derecha. La izquierda española yendo
de la mano de la derecha nacionalista de Cataluña es algo que me resulta
inexplicable, incoherente.
Para colmo si prospera una de las variantes de la
independencia, según la cual la Cataluña independiente bien podría terminar
siendo una monarquía, entonces eso ya directamente es un recochineo. Si esa
opción tuviera éxito, igual terminamos viendo pancartas con la hoz y el
martillo celebrando el nombramiento del primer monarca del Reino de Cataluña
con su correspondiente pancarta: “El Partido Comunista del Ampurdán[3], con
Artur I de Catalunya”.
Por otra parte, en aquellos casos en los que se pretenda
gestionar un partido que no sea ni de derechas ni de izquierdas, sino en el que
las personas puedan votar cada una de las opciones por separado, una viable
política asamblearia a gran escala, cosa que defiendo, entonces que se
promuevan votaciones donde todos los implicados puedan votar. Y en el caso de
la independencia de Cataluña todos los implicados son todos los españoles, es
algo así como un divorcio. Un matrimonio se divorcia si uno de los dos miembros
quiere disolverlo, no sólo si quiere irse el que tiene el privilegio de romper la unión. O mirándolo en sentido opuesto, el
matrimonio sigue adelante mientras los dos miembros así lo quieran.
Del mismo modo, España debe seguir unida mientras lo quieran
tanto Cataluña como el resto de España. Si se duda que esa unión deba seguir
adelante, por la existencia de indicios que inviten a pensar que una de las dos
partes no quieres seguir con la unión, entonces habrá que preguntarle a
Cataluña si quiere seguir unida al resto de España y también habrá que preguntar, y esto es lo que nadie
se atreve a decir, si el resto de España quiere seguir unida a Cataluña.
Porque igual sale en Cataluña que quieren seguir formando parte de España, y
que el resto de España no quiere seguir unida a Cataluña, y esto habría que
respetarlo, porque recordemos lo que dicen los nacionalistas catalanes, cosa
que comparto, el resultado de un referéndum hay que respetarlo, incluso aunque la democracia se equivoque.
En ese caso, aún con una mayoría de votos en Cataluña a favor de permanecer
unidos, la unión nacional se rompería. Esta opción es muy distinta a lo que
proponen los partidarios de la indivisibilidad de la nación, que dicen que
referéndum no, y si se convoca, debería ser en una única circunscripción
nacional, con cómputo global de ambas opciones.
Sé la respuesta estereotipo ante la propuesta que se hace en
estas líneas, y es que ese sistema no está bien porque “no se puede echar a
Cataluña como castigo o por odio”. Eso es doble moral o jugar con las palabras,
quien plantee la anterior objeción es que piensa que Cataluña puede independizarse, pero España no puede echarla. Eso recuerda a las aberrantes
leyes realmente machistas de épocas pasadas. El marido podía repudiar a la esposa, pero la esposa no
podía abandonar el hogar. No usemos
dos expresiones para un mismo fenómeno, que no es otro que la ruptura del país. Así pues, Referéndum
sobre la independencia de Cataluña ya. Referéndum
en toda España, eso sí. Y si una de las partes quiere decir adiós, pues se
disuelven los lazos históricos que han mantenido unidos a los territorios y
aquí paz y después gloria. Y partiendo de este condicionante, que los catalanes
decidan si quieren votar a partidos nacionalistas que están a favor de que se
produzca un referéndum, que de celebrarse se celebrará en toda España. Pero de
eso, insisto, que se encargue la derecha catalana, que para eso está. La
izquierda española y la catalana que se encarguen de defender los derechos de
los trabajadores españoles y catalanes.
Y aquellos partidos que pretendan no ser ni de izquierdas ni
de derechas, lo cual está bien porque implica el incremento del espectro
político, como son los partidos asamblearios, que se encarguen de defender un
modelo de participación donde en todos los asuntos de importancia puedan votar
todos los afectados, no sólo una parte de ellos. Lo que no entre dentro de los
anteriores supuestos, es incoherente.
Es posible que haya quienes piensen que “al menos la derecha
española actúa de manera coherente en este asunto porque defiende la unidad de
España”, pero a mi modo de ver, esto no es así. La derecha española, de ser
coherente defendería la unidad nacional sin odio hacía ninguna de sus partes.
Suena a chiste afirmar que “los catalanes son odiosos, no los quiero ver ni en
pintura, y por eso Cataluña debe seguir siendo española, y los catalanes deben
seguir siendo españoles”, y este mensaje es que el que destilan muchas personas
de derechas. El ejemplo más claro es el boicot a los productos catalanes. Si
sistemáticamente no compras ningún producto de allí, sea alimento, medicinas o
música, ¿para qué quieres que siga formando parte de España? ¿Para fastidiarla,
como en los culebrones donde el marido no concede el divorcio a la mujer para
así impedir que se case con otro? Cuando algo no gusta, lo normal es tratar de
expulsarlo de la vida. Retener lo que odias, no tiene sentido. Si lo odias,
déjalo marchar.
Antes de seguir con los problemas que no son de los
trabajadores, hago un pequeño inciso para hacer una predicción. Todo lo que se
comenta aquí sobre Cataluña será interpretado por la gente de derechas como que
estoy aportando excusas para romper España, a la cual dirán que odio. Por los
independentistas catalanes seré acusado de catalanofóbico, por promover la
expulsión de los catalanes. Y los lectores de izquierdas dirán que soy un
aliado del PP disfrazado bajo una careta (con ésta última al menos podré reírme
largo y tendido con todo aquel que me conozca bien).
Siguiendo con el hilo principal, todo lo dicho sobre la
independencia de Cataluña, problema que no es de la izquierda, se puede decir
de otros temas accesorios que entretienen a la izquierda. Nombres de calles,
lenguaje políticamente correcto, e hipersensibilidad a lo que molesta,
hipersensibilidad que por otra parte comparte con la derecha, parece que ambos bandos compiten por ver cuál es más
susceptible. Los problemas principales siguen sin combatirse, sigue sin haber
una izquierda que realmente se preocupe por el paro, por reindustrializar el
país con un plan quinquenal, por ejecutar una buena reforma agraria que conceda
tierras a los jornales endémicamente desempleados cuya única posibilidad de
subsistencia pasa por cobrar el PER. No hay una izquierda que quiera mantener
un Estado completamente laico, entendiendo Estado laico como aquel que no asume
ninguna religión, no que asume una religión minoritaria. Cambiar los símbolos
católicos por los islámicos no debe ser un objetivo de la izquierda. La
izquierda debe promover un Estado Laico,
con una educación laica y libre de símbolos religiosos de cualquier tipo. Hay
por supuesto cosas más importantes que la laicidad de la educación y sería
normal que no tuviera tiempo para este punto, por lo que la alternativa razonable
sería no hacer nada, es decir, no promover
que se quiten y por supuesto no promover que se añadan símbolos religiosos. Gastar
energías en luchar porque se permita que entren a los colegios otros símbolos
religiosos además de los ya imperantes es directamente una contradicción. Sin
ser tan grave, gastar energías en que retiren la misa de la televisión es una
ineficiente pérdida de tiempo, pues hay cosas más importantes. Más aun sabiendo
cómo son los casposos nacionales, que usarán eso como una oportunidad de oro
para reivindicar su casposismo. A veces parece que Pablo Iglesias y Mariano
Rajoy se ponen de acuerdo para ver lo que va a decir cada uno, y asegurarse de
que el otro va a contestar para así generar ruido en temas secundarios y
estúpidos y no dedicarle energía a temas más importantes.
O no se hace nada para dedicar las energías a problemas más
importantes, o se hace algo con la finalidad de evitar que no haya ningún signo
religioso en los colegios, y para no dejar que entre ninguno más.
Un Estado laico, por si hubiera dudas, no está reñido con el
ejercicio libre que cada persona quiera hacer de su espiritualidad, de manera
que quien quiera delegar ésta en una religión, es libre de hacerlo, y quien
quiera vivirla al margen de todas las religiones, también. Pero esta opción
debe ser eso, una opción que cada cual decida, el Estado, el patrimonio y la
administración de todos, y especialmente la educación, debe ser ajena a estas
opciones.
Otra cosa que cansa de la izquierda es su obsesión con los
temas de las minorías que ya tienen reconocidos sus derechos. El colectivo LGTB
está totalmente igualado en derechos al resto de la sociedad, así que ahora los
problemas de sus integrantes son otros. Esos derechos los reconocen las leyes
de la nación, y la mayoría de la sociedad, salvo otras minorías excluyentes,
que no son el ejemplo a seguir. El problema que tienen los gays y lesbianas no
es que no puedan constituirse como pareja de hecho o matrimonio, cosa que ya
pueden hacer, sino que una pareja de hecho de dos mujeres, por poner un
ejemplo, no va a encontrar trabajo en el que pueda ganar más de 700 euros al
mes, por-que-en-Es-pa-ña-no-hay-in-dus-tria-y-si-mu-cho-pa-ro-con-tra-el-cu-al-la-iz‑quier-da-no-ha-ce-na-da.
¡No es el heteropatriarcado, es el trabajo, estúpidos! Los objetivos logrados,
logrados están. Ahora, a reindustrializar el país para crear puestos de trabajo,
estables, bien remunerados y cualificados, como si fuerais la izquierda, y no
en lo que os habéis convertido.
Este artículo y otros más están disponibles en el ensayo "Las Falacias que nos rodean", de descarga gratuita:
[1] Hugo Chávez fue elegido presidente mediante sufragio,
en 1999, de la República de Venezuela. Donald Trump fue elegido presidente mediante
sufragio, en 2016, de Estados Unidos, considerado el más claro ejemplo de
capitalismo. Marie Le Pen es líder del partido Frente Nacional de Francia,
partido que aboga por que Francia abandone el euro. Varoufakis fue ministro de
Economía de Grecia y apostaba por una renegociación en que se tuvieran en
cuenta cuestiones humanas, hasta que fue destituido por presiones de la troika
comunitaria. Nigel Farage fue un político británico que apoyó el Brexit.
[2] La batalla del cabo de Santa María tuvo lugar en
agosto de 1780, y supuso una gran victoria sobre los ingleses. Se sugiere leer
alguna de las crónicas al respecto.
[3] La elección del PC del Ampurdán se hace con animus
iocandi, en tanto en cuanto es posiblemente la comarca más conocida de
Cataluña.
jueves, 4 de mayo de 2017
Sobre trabajar gratis para aprender
Esta trampa mental está muy extendida, y tengo especial
interés en tratarla ampliamente para que quede clara, así que aviso que su
análisis será largo. Y tengo interés porque encierra una gran parte de verdad,
y en cierto modo se puede decir que estoy de acuerdo con su enunciado. Con lo
que no estoy de acuerdo es conque haya quienes se aprovechen de la parte de
verdad que encierra, o la apliquen de manera interesada.
Comencemos por el principio. Pongamos que alguien ha
terminado una carrera, o un curso de enseñanza profesional, o bien que no ha
estudiado ninguna formación, sino que quiere ponerse a trabajar. En todos esos
casos, esa persona necesita adquirir un conocimiento práctico, complementario
del teórico que ya tenga, para ejercer su profesión con maestría. La mejor
manera de adquirir ese conocimiento es comenzar a ejercerlo cuanto antes, lo
mejor que se pueda. Es evidente que el trabajo que desarrollará será peor que
el de alguien con experiencia.
La limpiadora tardará más en limpiar, el mecánico de coches
más en cambiar los neumáticos, etc. Por ello, una hora del aprendiz vale menos
que una hora del trabajador experto. Y aquí ya tenemos la primera puntualización
a realizar. Esa hora vale menos, pero un valor sí que tiene.
Por prueba y error, se puede aprender, pero ese aprendizaje
se acelera si el aprendiz, el novato, tiene alguien al lado con experiencia que
enseña cómo se debe hacer el trabajo.
Cuanto antes aprenda el aprendiz, antes podrá empezar a
cobrar más dinero, y eso se facilita si el aprendiz tiene al lado alguien con
experiencia que le enseñe. Por lo tanto, esa formación que recibe, forma parte
de la remuneración, tiene un valor, y habilita moralmente al empleador formador
a pagar aún menos que ese menor valor que tiene el trabajo, pues parte de la
remuneración es en especie, en formación. Hasta ahí de acuerdo.
Cuando se dice que, para aprender, hay que trabajar gratis,
lo que se está asumiendo es que la productividad del aprendiz es mucho menor
que la del experto, lo cual podemos llegar a aceptarlo, pero no sólo eso, sino
que el valor de la formación que el experto es mayor que esa productividad, por
lo que al detraer del sueldo del aprendiz, el valor de la formación,
entraríamos en terreno neutro o negativo.
Esto es a todas luces imposible, salvo que se le otorgue un
valor muy alto a la formación impartida por el experto.
Un aprendiz que trabaje seis horas al día, a las órdenes de
un experto, va a estar trabajando cinco horas y media, o cinco y tres cuartos.
El tiempo que el experto va a estar dando consejos, y revisando el trabajo para
corregirlo rara vez va a superar la media hora al día. Trabajar gratis equivale
a decir que media hora de formación vale tanto como cinco horas y media de
trabajo de aprendiz. Que de acuerdo que vale menos que el del experto, pero
oye, digo yo que algo valdrá, ¿no? ¿Tan poco vale el trabajo del aprendiz y
tantísimo vale la hora del experto?
Quienes tratan de usar esta falacia lo que hacen es focalizar
el beneficio en el aprendiz. Dicen “tú, aprendiz, obtienes un beneficio al
aprender, ¿no? Pues entonces trabaja gratis”, y obvian el hecho de que el empleador,
por mucho que sea experto y por mucho que enseñe, también obtiene un beneficio.
Para que esté justificado el trabajar gratis, la formación
que esté recibiendo el trabajador debe ser muy valiosa, o debe tener acceso a
maquinaria y herramientas que él, por sí mismo, no podría obtener. Pienso en
manejar un radiotelescopio de la NASA, ser auxiliar de un cirujano capaz de
hacer un trasplante simultáneo de pulmón y corazón, o recibir clases de teatro
a las órdenes de un director que ha recibido dos Oscar o algo así. Que un chef, o mejor dicho, que un cocinero CUTRE Y SALCHICHERO, que se llama a sí mismo Chef, que en usa palabros como "deconstruir" y chorradas varias, con todo su autobombo y sus estrellas Michelin y sus pamplinas te diga como pelar las cebollas en juliana NO ENTRA en esa categoría de trabajo muy muy difícil y muy prestigioso. Esos lo que hacen es ESTAFAR a los becarios.
Trabajar limpiando escaleras seis horas al día para que,
cuando he terminado, alguien experto
me diga, en quince segundos “la mugre de los rincones no la has quitado bien,
para que salga, ráspala el un cuchillo viejo que está en el carro” equivale a
decir que seis horas de limpieza d alguien inexperto valen tanto como quince
segundos de clases particulares. Eso es un disparate.
También hay casos en los que, por la naturaleza del trabajo,
es muy poco probable aprender algo. Por ejemplo, casos de hacer encuestas mediante
llamadas de teléfono, fotocopiando papeles, y cosas de ese tipo. Conozco gente
con titulación universitaria que ha trabajado gratis haciendo encuestas por
teléfono para aprender.
¿Para aprender qué? ¿A hablar? ¿A marcar números en un
teléfono? ¿A sostener el teléfono sin que te aparezca una lesión en el hombro
por malos hábitos posturales? (cosa que en el caso al que me refiero lo
aprendió gracias a mí después de que dijera que estaba empezando a tener
molestias, y no gracias al empleador, que no la formó ni siquiera en higiene
postural)
En otras ocasiones, es cierto que sí hay cierta formación,
pero es una formación con trampa,
porque es una formación que sólo se puede aplicar en la empresa en la que estás
trabajando. El aprender a manejar las aplicaciones internas, los
procedimientos, el organigrama, es un aprendizaje, pero eso sólo es de
aplicación en esa empresa, el trabajador nunca le podrá sacar partido en otra
empresa, y por lo tanto, el valor de esa formación es nulo a efectos de
remuneración.
Pero hay casos más extremos. Hay casos en los que el
empleador no forma al aprendiz porque él
tampoco sabe. Pero usa la muletilla “para aprender, hay que trabajar
gratis”, saltándose las condiciones para que esa afirmación sea válida. Y hay
más, hay casos en los que el empleador no sólo no sabe, sino que además espera
que el aprendiz, en el futuro, cuando ya ha aprendido, enseñe al empleador. Ahí
ya es totalmente injustificable el trabajar gratis. La secuencia del latrocinio
paulatino es la siguiente:
1)
Trabaja gratis porque te voy a dar formación, y la formación es muy valiosa.
2)
Ahora que has aceptado el punto 1, te cambio de
las reglas: No te doy formación, pero de todas formas sigue trabajando gratis,
puesto que estamos en esa dinámica. No vamos a cambiarla, y menos precisamente ahora.
3)
Ahora que ya has aprendido, enséñame. Total enseñar es fácil y no cuesta ningún trabajo.
Nótese la contradicción que suponen los puntos 1 y 3. Ni que
decir tiene que si no entras en la dinámica, te darán un calificativo
despectivo. Si dices que no al punto 1, te dirán que eres un señorito que quiere comenzar
directamente desde lo más alto. Si aceptas el 1, pero no el 2, te dirán que no tienes aguante. Y si dices que no en
el 3, te dirán que eres un rencoroso.
¿Estoy animando entonces a la gente a no aspirar a aprender?
¿A conformarse con la ignorancia o la mediocridad?
No, nunca haría eso. Aprender es hermoso, y útil. Si quieres
hacer algo, y necesitas aprender, aprende, y una buena manera puede ser hacerlo
de la mano de quien sí sabe. Pero sólo si esa persona no se va a aprovechar de
ti, y si el trato es razonable y justo. Es lógico cobrar menos cuando se está
aprendiendo, y tanto menos cuanto más útil, importante y exclusivo sea lo que
vas a aprender. Pero sólo si realmente
te van a enseñar. Si tu aprendizaje no lo vas a obtener porque alguien te supervise
y enseñe, sino como resultado de tu ensayo y error en el desempeño de la tarea,
mejor que abandones esa empresa, y hagas ese mismo trabajo, pero en otro
entorno donde nadie se aproveche de ti.
Una cosa es
que para aprender pueda ser necesario trabajar gratis, y otra cosa es que sea
necesario trabajar gratis para una
empresa, y menos aún para la empresa en concreto que está tratando de
convencerte.
Se puede aprender sin que nadie sinvergüenza se aproveche. Se
puede aprender a limpiar colaborando con una ONG que atienda a ancianos sin
familia que no pueden valerse por sí mismos. El estropajo y el detergente
puedes comprarlo tú. Se puede aprender a redactar recursos para evitar
desahucios colaborando con alguna ONG que paralice desahucios de ancianos sin
formación. Se puede aprender a programar con un viejo PC en tu casa y una guía.
Y ahora hablemos de las implicaciones que esto tiene en los
clientes. Hemos aceptado que, bajo ciertas condiciones, puede ser admisible que
un trabajador cobre sustancialmente menos si está aprendiendo, pero las
empresas rara vez hacen descuentos al cliente por que el trabajo lo está
desarrollando un empleado que está aprendiendo. Un taller cuyos neumáticos los
cambia el aprendiz no hace descuentos. Una empresa de limpieza cuya limpiadora
está aprendiendo no hace descuentos. Y si el camarero de un bar es un aprendiz,
tampoco hay descuentos en las tapas. Hay entonces una sustracción ilícita, pues
el aprendiz cobra menos, pero el cliente final paga lo mismo. La diferencia se
la queda el empresaurio. Y ahora que venga un empresaurio a decir que la plusvalía no existe”.
Por otra parte, si aceptamos el enunciado de la falacia, eso sería
aplicable a todo el mundo, ¿no? Los actuales presidentes de empresas de
telecomunicaciones, de bancos y eléctricas, nunca antes habían trabajado
presidiendo empresas de telecomunicaciones, bancos o eléctricas, por lo que
tendrían que trabajar gratis hasta aprender. Sin embargo, en estos casos no se
aplica. En estos casos, lo que se emplea es lo que algunos llamamos la analogía de Pentecostés[1]. Es
decir, cuando alguien es designado para un cargo castuzo, eso automáticamente
le da todo el conocimiento necesario para la tarea. Alguien que nunca antes
haya presidido nada, ni siquiera su comunidad de vecinos, si es nombrado
presidente de una gran compañía eléctrica o de telecomunicaciones, por el mero
nombramiento ya tiene todo el conocimiento necesario para hacer bien su labor.
A menor nivel, si una persona castucita que no ha terminado la carrera es
nombrada para supervisar la contratación de diez mil suministros o la concesión
de cien millones en subvenciones, por el mero nombramiento, no necesitará aprender
nada, ya lo sabe todo. No necesita aprender como el resto de los mortales. Si
acaso, precisará algo de ayuda auxiliar
de escaso valor.
Por último, decir que esta falacia se ve potenciada con su
prima hermana “Es importante tener trabajo”. Como la gente piensa que “es
importante tener trabajo”, pues voy a trabajar aunque sea gratis. De esa
manera, al menos tengo trabajo. En esta afirmación hay una trampa. Lo que es importante no es tener trabajo, sino tener ingresos. Y una manera de tener
ingresos, la más habitual de hecho, es tener trabajo. Es por eso que la
afirmación real, “es importante tener ingresos” ha derivado en “es importante
tener trabajo”, y que es la que se fomenta por parte de los aprovechados.
Porque claro, si todo el mundo tuviera claro que “lo importante es tener
ingresos” ya me diréis quién iba a trabajar gratis.
[1] El milagro de Pentecostés
fue aquel en el que, según la tradición cristiana, el Espíritu Santo imbuyó el
conocimiento de todas las lenguas vivas en los apóstoles para que divulgaran el
cristianismo por todo el mundo.
jueves, 20 de abril de 2017
Un billón de estrellas aisladas
- No es una galaxia, sino un billón de estrellas aisladas
- (Es la última vez que voy a ver el cielo nocturno con un community manager del PP)
No he podido resistirme a hacer este montajito después de las noticias sobre la detención de Ignacio Gonzalez, en la operacion Lezo, en la que también se está investigando al Marhuenda de La Razón. Menos mal que no privatizaron el Canal Isabel II...
Y aquí va otro montajito, aunque en esta ocasion la idea no es original sino que la he tomado de un meme que circula por internet, y que he adaptado:
Lo más gracioso de todo, es que están involucrados funcionarios corruptos del chavismo venezolano. El hermano de Ignacio gonzalez pagó sobornos a funcionarios bolivarianos de Venezuela para conseguir contratos a dedo.
Así que venga, hablemos de Venezuela...
Una critica a Podemos
Que no se diga que no critico a Podemos. Pues lo hago ahora:
Que mal gestionan los recursos los de Podemos. Sacan su TramaBus, y al dia siguiente se añaden a la trama a Ignacio Gonzalez, a Marhuenda, . Ahora van a tener que gastarse el dinero en volver a pintarlo de nuevo. Y si lo hacen, dentro de una semana tendrán que volver a pintarlo.
Si Podemos hace eso, y ademas extiende la operativa a todos los casos de corrupcion del PP, van a tener que gastarse el 80% del PIB español en comprar y pintar 200.000 autobuses con los 200.000 casos aislados de corrupción que hay en el PP? ¿y luego tener que repintarlos todos un dia si y otro no? ¡¡¡¡Vamos a tener que importar 40.000 toneladas diarias de pintura para autobuses!!!!
martes, 11 de abril de 2017
Ejecuciones en China
Amnistia internacional ha publicado su informe 2016/17, que se puede solicitar gratis por correo.
SOLICITAR EL INFORME
Sólo voy a comentar algo de ese informe, y es que el país que más personas ha ejecutado es CHINA, el país cuyo partido COMUNISTA ha firmado un acuerdo con el PP español. busca "acuerdo PP partido comunista chino" y compruébalo tú mismo.
China ha ejecutado muchas más personas que Corea del Norte, y ahora yo pregunto, ¿porqué se demoniza a algunos partidos por su supuesta financiación no probada procedente de Corea del Norte, cuando hay otros partidos que colaboran, no sólo de manera probada, sino que además presumen de ello, con China, y eso no se ve mal?
Porque recordémoslo, con cucharón de palo: CHINA ejecuta a muchas más personas que Corea del Norte.
Ahora que vengan los haters de Corea del Norte, que suelen ser fans del PP, a justificar que el acuerdo con el partido comunista chino es muy bueno y ya tal.
viernes, 7 de abril de 2017
Sobre la aceptación a trámite de la denuncia al Gran Wyoming
He leído que se ha aceptado a trámite la denuncia al Gran Wyoming por un delito de blasfemia, por hacer burla del Valle de los Caídos. Así me gusta, que se preocupen por los verdaderos problemas que afectan al pais.
Del desempleo, la deuda pública, el envejecimiento del pais asociado al desplome de la natalidad por la ruina de la ciudadanía, de la CORRUPCION y mamandurrias de la CASTA imperante, de eso ya tal.
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Aprovecho para proponer una modificación del refranero español. El refrán "para gustos los colores", debe ser modificado por "para gustos los colores, excepto en el caso de la cruz del valle de los caídos, que es obligatorio que le guste A TODO EL MUNDO sin excepción". También habría que cambiar el refrán "Sobre gustos no hay nada escrito", por "sobre gustos lo único que hay escrito es que es obligatorio que te guste la cruz del valle de los caídos".
martes, 4 de abril de 2017
Podría suceder
¿Que tienen en común una persona normal y un yihadista? Un ejemplo de falacia
Esta y otras más, en el libro "Las falacias que nos rodean", disponible para su descarga gratuita:
Invertir vs Especular
Creo interesante hacer una distinción entre lo que es
invertir y lo que es especular, porque esta confusión genera muchas falacias y
planteamientos erróneos, tanto por parte de la derecha, como por parte de la
izquierda. La derecha corrupta ataca a quien se opone a sus maniobras
especulativas, diciéndole que no les dejan invertir. La izquierda inútil ataca
a quienes invierten pensando que están especulando.
Vamos pues con la aclaración, pues es necesaria.
Invertir es, en sentido estricto, destinar una parte de
recursos económicos, entre ellos monetarios, en crear algo que permita, a su
vez, producir bienes económicos. Pongamos varios ejemplos.
Si se destina una cantidad de dinero a fabricar
aerogeneradores, dedicando para ello un dinero, que pagará unas nóminas de
trabajadores, comprará unas toneladas de acero, cobre y fibra de carbono, y
unos terrenos que ya no podrán usarse para otra cosa, para luego tener
electricidad generada, estamos invirtiendo. Antes, no había aerogeneradores.
Después, sí hay generadores que producen electricidad, un bien económico. Por
el camino, se ha gastado un dinero, se han consumido o inmovilizado activos
tangibles. Se ha producido una inversión, que puede ser rentable, o no serlo.
Montar aerogeneradores es una inversión, y según donde los pongas pueden ser
rentables o no. Montar una imprenta para imprimir Biblias en Riad, es una
inversión, porque surge una capacidad para producir un bien económico,
dedicando unos recursos para ello. Eso sí, es posible que esa inversión no sea
rentable. Lo normal cuando se produce una
inversión rentable, si la rentabilidad no emana de unas condiciones
artificiales creadas por algún cacique, es que esa rentabilidad para el empresario
implique un beneficio para el conjunto de la sociedad. La sociedad va a tener a
su disposición más energía que la que tenía antes de que se ejecutara esa
inversión, o bien más viviendas para que vivan personas, o bien una panadería
que fabricará pan que la gente comerá. Son inversiones
productivas.
Hay otra variante en lo que es el término invertir que
consiste en adquirir una capacidad productiva ya creada. Por ejemplo, si la
empresa titular de los aerogeneradores decide venderlos, y los compra otra,
entonces se dice también que “la empresa X invierte en la compra de unos
aerogeneradores en Tarifa”. Este tipo de inversión es neutra para la sociedad.
La sociedad va a seguir teniendo la misma cantidad de electricidad, y con el
mismo impacto ambiental, que tenía antes de que los aerogeneradores cambiaran
de dueño. Es una inversión financiera.
Por sí sola, no beneficia a la sociedad, pero tampoco la daña. Puede resultar
positiva o negativa para la sociedad dependiendo de otros factores. Por
ejemplo, si una empresa nacional va a quebrar, y una empresa extranjera la
compra para mantenerla, es positivo. Si una empresa nacional va bien y una
extranjera la compra para cerrarla y quitarse competencia, es negativo. En este
caso se invierte dinero en generar una desinversión de activos reales.
Como ejemplo adicional, pongamos que alguien hereda un
terreno y una elevada cantidad de dinero, y decide construir un bloque de
pisos. El dueño vive en uno de los pisos, y alquila los demás. Dedicando
cemento, ladrillos y dinero, se genera la capacidad de producir pernoctas, lo que beneficia a la sociedad, que ahora tiene
la capacidad de alojar a más personas. Pero igual al pasar los años decide no
complicarse la vida, y lo vende a una inmobiliaria, que invierte en comprar ese bloque, porque de acuerdo a sus cálculos,
el dinero que va a poder ingresar con los alquileres compensa el precio a pagar
por el inmueble. El heredero ha hecho una inversión productiva, la inmobiliaria
una inversión financiera.
Es decir, cuando se invierte, se gastan unos recursos en
crear algo que permitirá producir bienes con utilidad económica.
Quien monta el parte eólico, o quien construye el bloque de
pisos, lo hace porque piensa que el dinero que va a ganar en el ciclo de vida
del parque/bloque supera con creces el coste de acometer la inversión.
Dicho sea de paso, si un fondo inmobiliario compra a un
ayuntamiento un paquete de viviendas por debajo de su verdadero valor, pierde
el ayuntamiento y por lo tanto los contribuyentes de la ciudad donde estaban
esas viviendas.
La especulación,
por el contrario, ignora o no tiene en cuenta el beneficio que vaya a generar
aquello que crea o adquiere. La especulación consiste en adquirir bienes por la
mera expectativa de que alguien, en el futuro, los comprará a un precio mayor
que el de adquisición, generándose por el camino una plusvalía.
Así, quien compra un piso para especular, no le importa mucho
lo que pueda llegar a ganar con los alquileres, no piensa en generar pernoctas.
Lo compra porque espera que vendrá otro a pagar más de lo que él pagó. No
calcula los ingresos por alquiler, sino que observa la gráfica de evolución de
los precios, y si esta ha sido ascendente, entonces compra, porque piensa que
“si ahora pagan un 10% más que hace un año, compro ahora para venderlo al año
que viene un 10% más caro. ¿Qué por cuanto puedo alquilarlo? Ah ni lo sé ni me
interesa. Al año que viene venderé un 10% más caro”.
Y cuidado, porque la especulación puede ser productiva. Una
inmobiliaria puede promover una cantidad de viviendas que exceda a todas luces
la demanda en la zona, con la idea de venderla a quienes quieran comprar unos
pisos que cada vez valdrán más. Eso generará que se destinen más recursos de la
cuenta para sobresatisfacer una demanda ya más que satisfecha. Si la sociedad demanda
45 millones de pernoctas diarias, y el parque de viviendas y hoteles permite
ofertar 120 millones de pernoctas diarias, la sociedad no demanda más
inmuebles. Si se construyen, es porque se espera que alguien los comprará,
porque “siempre suben de precio”. La especulación productiva puede ser
altamente dañina, incluso más que la financiera, pues implica destinar activos
físicos a fabricar activos a los que no se les va a dar utilidad.
Y por supuesto, también puede haber especulación no
productiva, que de hecho es la más frecuente. Comprar un piso ya construido porque
alguien lo comprará más caro en el futuro.
Dentro de la especulación, hay algunas que son más dañinas
que otras. Las más dañinas son las que tienen que ver con productos básicos,
como la vivienda, pero también el trigo, el maíz, el agua o los cítricos. Si
alguien especula con el oro, y compra oro o diamantes no porque lo necesite
para su joyería o proceso industrial, sino porque espera que otro lo comprará
más caro, está especulando, pero al fin y al cabo tampoco le hace mucho daño a
la sociedad. Sin embargo, el que compra maíz para retenerlo esperando que suba
y entonces venderlo, puede provocar que mucha gente no tenga suficiente dinero
como para comprar los alimentos que necesita. Esa especulación es muy dañina. También
es dañina la especulación con, por ejemplo, la vivienda, pues se adquieren
viviendas no con el objetivo de alquilarlas y obtener así un rendimiento ético,
sino con la finalidad de acumularlas, para venderlas cuando valgan más. Esta
estrategia aplicada a gran escala por muchos “inversores” provoca daños como
los que hemos sufrido con la burbuja inmobiliaria de España.
Cuando alguien compra un piso y lo vende al año siguiente sin
llegar a haberlo alquilado, no está invirtiendo, está especulando. Cuando
alguien compra y vende cien veces en el mismo día diez toneladas de maíz, no
está invirtiendo, está especulando.
Por el contrario, quien destina 50 millones de euros en
montar una fábrica muy rentable de un producto que nadie más sabe hacer, que tiene
mucha demanda, y produce un 30% de beneficio, no está especulando, sino que ha
hecho una inversión. Una inversión muy rentable, lo cual no implica que haya
una especulación, y es que hay quien
confunde especular con hacer una inversión muy rentable. Se puede especular
con maíz y ganar un 1% o invertir en una nueva máquina útil y ganar un 30%. La
diferencia entre invertir o especular no viene dada por el porcentaje de
beneficio, sino por el ánimo de satisfacer una necesidad de la sociedad o por
el ánimo de acumular sin usar hasta que se revalorice el activo.
Por favor, tomen nota todos de la diferencia y dejen ya de
intentar manipularnos.
Estúpidos ignorantes de la izquierda: No nos acusen a quienes
gastamos dinero en producir algo productivo, necesario y con vocación de
permanencia de ser especuladores. No persigan la pequeña inversión.
Ladrones de la derecha: No pretendan que los ciudadanos
aceptemos que el acaparamiento de bienes de primera necesidad, a los que no se
le da uso, sea denominado inversión. No
fomenten la especulación, persíganla.
Este articulo y muchos más, están disponibles en el ensayo "Las Falacias que nos rodean", de distribución libre y gratuita.
LAS FALACIAS QUE NOS RODEAN
Este articulo y muchos más, están disponibles en el ensayo "Las Falacias que nos rodean", de distribución libre y gratuita.
LAS FALACIAS QUE NOS RODEAN
Cuando la democracia se equivoca
Hay periódicos y medios de comunicación que aparentemente son
muy democráticos. Se ponen airadamente a criticar si alguien hace una
manifestación con un eslogan que no les gusta. Cuando alguien protesta contra
una ley que a ellos les interesa que se apruebe, te salen con que “los
manifestantes pretenden ganar en la calle lo que no han ganado en las urnas”.
Son muy democráticos, pero luego consideran populista hacer un referéndum[1].
Y eso no es lo más grave. Lo más grave es que, cuando en unas
elecciones o referéndum el resultado que sale no es el que querían que saliera,
entonces su espíritu democrático se desvanece. Y si la opción que sale es de
las que fueron bautizadas como populistas, entonces ya es el Armagedón.
Si querían que no saliera Syriza en las elecciones
legislativas de Grecia y sí sale Siriza, si no querían que hubiera Brexit, y sí
hay Brexit; si querían que no saliera Trump en EEUU y sí sale Trump, o si
apuestan por un tratado de paz en Colombia que la gente rechaza porque supone
un excesivo buen trato para los asesinos, entonces estos medios de comunicación
muestran su verdadero concepto de la democracia. Según ellos, la democracia es votar lo que hay que votar.
Hay medios de comunicación españoles que al parecer saben lo
que le conviene a los colombianos mejor que los propios colombianos, que saben
lo que le conviene a los estadounidenses mejor que los propios estadounidenses,
y lo que le conviene a los británicos mejor que los propios británicos. Y están
tan convencidos de saberlo, que cuestionan la validez de la elección de Trump
como presidente de EEUU, la validez del Brexit, y apuestan porque se firme un
acuerdo de paz en Colombia, aunque no satisfaga a la mayoría de los colombianos
y así lo hayan votado ellos. Son medios de comunicación que defienden la democracia.
¡FALACIAS, FALACIAS POR TODAS PARTES!
[1] Tras la victoria del “no” en el Brexit de junio de
2016, se acuñó la expresión “los referéndum los carga el diablo”, que volvió a
emplearse tras el rechazo de los italianos en referéndum a la reforma
constitucional en dic 2016. Anteriormente, el referéndum de Grecia en 2015 fue
calificado de “chantaje populista”
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